Foto tomada desde el Río Palmones

lunes, 19 de octubre de 2009

Algeciras

De: Currini (currinijimenez@gmail.com)
Enviado: lunes, 19 de octubre de 2009 12:04:09
Para: 'El Divino J. L. E.' (julees1940@hotmail.com)
Gracias Juan por fin he podido entrar en tu blog como “Dios manda” y he puesto un acceso directo en mi escritorio para pasarme por él con mas frecuencia. Tu blog y tus trabajos son maravillosos. Juan que me alegro saber de ti, a veces hablo con Salvador Cava y comentamos cosas tuyas. Un Saludo Currini

domingo, 18 de octubre de 2009

¿Por qué perdimos Gibraltar?









Después de trescientos treinta y cinco años de la devastación de la antigua Algeciras (1369-1704) y a tan sólo veinticinco años de su reconquista (1344- 1369) a tanta costa rescatada del poder musulmán por el muy glorioso y enérgico Rey de Castilla y de León Don Alfonso XI “El Justiciero”, cae nuevamente en poder musulmán, reinando el mayor de sus hijos bastardos Don Enrique II de Trastámara. Las piedras de sus demolidas murallas, Alcazar, Mezquitas, Palacios y viviendas en devastadora confusión y hacinamiento, fueron los únicos e imperturbables testigos de la entrada en nuestra vecina plaza de Gibraltar del ejército Norteafricano que en 1410 la arrebatan al Rey de Granada en cuyo poder estaba.

A partir de 1478, el nombre de Algeciras no aparece en la Historia de nuestro País, murió la que fuera en tiempos pasados una espléndida ciudad, otros pueblos heredaron sus tierras, y su nombre quedó solamente en el recuerdo pretérito de los hechos nacionales.

Algeciras alcanzó engrandecimiento y esplendor a costa de la invasión árabe. Reintegrada esta a su seno por espacio de seiscientos treinta y tres años (711-1344). Y luego, cuando contados trescientos treinta y cinco años de su destrucción por el Sultán de Granada Mohammed V (1369-1704), otro nuevo suceso iba hacer resurgir de sus propias cenizas a la antigua ciudad de Algeciras.

Gran cambio se experimentó en España después del reinado de los Reyes Católicos. El comienzo del de la Casa de Austria aún fue reflejo del anterior en poder e influencia internacional, pero los tres últimos monarcas -Felipe III, Felipe IV y Carlos II- llevaron al País a una cierta decadencia aun cuando lograron mantener el Imperio de ultramar.

Agonizante el último Rey de la Casa de Austria Don Carlos II “El Hechizado” y no teniendo hijos este monarca, comenzaron las ambiciones para heredar la corona. Se formaron en la corte dos partidos: uno partidario de Francia y el otro de Austria.

Luis XIV fundaba sus pretensiones en haberse casado con María Teresa, hermana de Carlos II, y el Emperador austriaco Leopoldo, en que había contraído matrimonio con la otra hermana Margarita.

Uno y otro partido deseaban evitar la reunión de dos coronas importantes por temor a que esto perturbase el equilibrio europeo. Por ello presentaban como a candidatos a Felipe, duque de Anjou, hijo segundo del Delfín de Francia y nieto de Luis XIV, y el Archiduque Carlos, hijo segundo del Emperador Leopoldo.

Ocioso es decir que en la corte se recurrió a toda clase de intrigas por los patrocinadores de las candidaturas mencionadas. Doña Mariana, la reina madre y el conde Oropesa, trabajaban a favor de Austria y el cardenal Portocarrero y el inquisidor general Rocaberti, a favor de Francia.

Mientras se desarrollaban estas cuestiones en Madrid, algunas potencias llegaron a ocuparse nada menos que del reparto de España, en el “tratado de la Haya” (1698). Luego se celebró el “tratado de Londres” en que se modificó el primer reparto a favor del Archiduque Carlos de Austria.

España rechazó con indignación tales propósitos de reparto y el vacilante rey Carlos II nombró, a instancias del cardenal Portocarrero, heredero de su trono a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV, este testamento fue firmado el domingo día 3 de Octubre de 1700. Muriendo este Monarca al mes siguiente, es decir, el 1 de Noviembre de dicho año.

Una nueva dinastía venía pues a regir los destinos de nuestra nación.

A la muerte de Carlos II –último rey de la casa de Austria- pasó la corona al “duque de Anjou” con el nombre de Felipe V.

Pero esta corona fue disputada por el “Archiduque Carlos”, que creía tener mejores derechos que el Borbón para ser rey de España. Esta protesta dio motivo a lo que se llamó “guerra de sucesión”, en la que tomaron parte varias potencias europeas y duró unos trece años. Francia y España tuvieron que luchar contra Austria, Inglaterra, Holanda, Portugal y Saboya. Pero Felipe V alzó conjuntamente bandera para defender la pureza de la religión contra los ataques de la herejía. Fue el rey “católico” y esto le valió el apoyo decidido de la mayoría de los españoles.

Felipe V pasó a Italia y ganó las batallas de “Santa Victoria” y “Luzara”. Pero mientras tanto las escuadras inglesa y holandesa atacaban a Cádiz y derrotaban a la española en Vigo.

En España, tampoco la tranquilidad era completa, pues Cataluña, recordando el mal trato que había recibido de los franceses en guerras anteriores, se puso al lado del Archiduque Carlos. Igual conducta siguieron Aragón y Valencia.

Como Felipe V no podía atender debidamente a todos los puntos atacados por sus enemigos, la escuadra inglesa recorrió nuestra costa y se apoderó arteramente de Gibraltar (lunes 4 de Agosto de 1704).

La flota anglo-holandesa se presentó ante Gibraltar que sabía estaba desguarnecida, y a pesar de la heroica defensa que de la plaza hizo su Gobernador Don Diego Salinas y sus “cuatrocientos hombres”, hubo de rendirse a los 61 buques con 2.478 cañones y 15.308 hombres entre dotaciones y tropas de desembarco que conducían los barcos en este lunes 4 de Agosto de dicho año.

En este terrible bombardeo se dispararon más de 15.000 balas, tan grande fue que arruinó las defensas de la plaza y ante la imposibilidad de rechazar, ni aún de resistir por la falta de artillería y municiones, se rindió la ciudad al Landgrave representante del Archiduque Carlos de Austria que fue proclamado “Rey de España, enarbolándose su pabellón en la fortaleza”. Unas horas más tarde, el Almirante de la escuadra inglesa (ADMIRAL SIR GEORGE ROOKE), por un atrevido impulso y no respetando órdenes, sustituía el pabellón austriaco por el británico, proclamando que quedaba la ciudad por la reina Ana de Inglaterra.

Don Francisco María Montero, en su documentada Historia de Gibraltar y su Campo, nos narra así este trágico y lamentable suceso:

“La salida de los vecinos ofreció un triste y penoso espectáculo. Unos corrían por los campos sin rumbo ni norte, otros se guarnecían en las viñas y cercados, otros iban a buscar refugio en las ocultas chozas de los montes, y muchos caían muertos de hambre y de cansancio víctima del ardiente sol canicular. Quien llamaba con agudos y desgarradores gritos al hijo extraviado. Quien cargaba sobre sus hombros a su anciana madre rendida por los años. Las mujeres y los niños cubrían los aires con sus amargos ayes y lamentos, y todo era miseria, lágrimas y desesperación”.

Estos honrados y fieles vasallos, tenían jurado por Soberano a Felipe V, y antes que vivir bajo el injusto y brutal yugo de otro pueblo, preferían la miseria, y hasta la muerte, en el exilio.

Este fue el acontecimiento histórico que dio nueva vida, que hizo renacer de sus propias cenizas a la ciudad de Algeciras.

La mayor parte del vecindario con el Ayuntamiento y el Pendón, se detuvo a corta distancia de la perdida ciudad al abrigo de una Ermita dedicada a San Roque, una minoría se estableció al amparo de otra consagrada a San Isidro, y el resto se acogió, buscando la protección divina de la Madre de Dios, a una Capilla que con la advocación de Nuestra Señora de Europa, erigido en el emplazamiento de la antigua Algeciras, terrenos que fuera de los Señores de Gálvez, vecinos de Gibraltar.

Esta porción del fidelísimo y heroico vecindario de la perdida ciudad, que abandonó sus hogares, sus bienes y hasta las veneradas cenizas de sus antepasados, por no vivir sometidos al yugo invasor. Esto dio un nuevo giro a las calcinadas ruinas de la Al-Yazirat-Al-Jadra, cimentándose en su derruido solar la actual ciudad de Algeciras.

Y así fue el comienzo del surgimiento de las ciudades de San Roque y Los Barrios y el resurgimiento de la antigua Algeciras.

La Línea de la Concepción tal como dice la historia, tiene su orígen en la denominada “Línea de contravalación de la Plaza de Gibraltar” o mejor dicho “Línea de Gibraltar”, cuya construcción fue ordenada por el rey de España Felipe V, según proyecto del director de ingenieros militares marqués de Verboom entre los años 1730 y 1735, con el fin de defender el istmo y cortar toda comunicación por tierra con Gibraltar, después de los dos intentos de recuperarla por la fuerza de las armas, ésta será demolida el viernes 2 de Febrero de 1810 por voladura realizada por los propios ingleses. A causa del conflicto napoleónico España se alía con Gran Bretaña en lucha contra el poder de Napoleón, en estas circunstancias el entonces Gobernador de Gibraltar Campbell, alegando razones defensivas para dicha plaza, puesto que un ejército francés se aproxima al Campo de San Roque y pudiera utilizar los fuertes de La Línea contra Gibraltar.

Es a partir de 1814, cuando se supone que comienza a surgir el primer núcleo civil tras las ruinas de la “Línea de Gibraltar”, asentamiento civil que años más tarde se conocería como “Línea”. A los 56 años de estos asentamientos es decir, en 1870, los vecinos de esta aldea solicitaron la segregación del término Municipal de San Roque, la parte del territorio que correspondía a este Cantón Militar que entonces constaba de 330 vecinos incluyendo al propio alcalde pedáneo.

Gibraltar era una ciudad española más. Su Ayuntamiento estaba compuesto por trece Regidores, representantes de unos vecinos que eran dueños absoluto de la villa y de los terrenos colindantes, es decir, del Campo Llano de Gibraltar (dividido hoy día en los términos municipales de La Línea de la Concepción, Algeciras, San Roque, Los Barrios y Tarifa). La fortaleza radicada en el Peñón era en cierto modo capital política de una zona tan extensa como alguna provincia española. La ciudad tenía cinco mil habitantes, contando con un magnífico puerto que la protegía del mar, refugio seguro contra los vientos de Levante.

El tratado de Utrecht no cerró definitivamente las aspiraciones españolas de recuperar la plaza. En tres ocasiones se efectuaron distintos intentos militares por expulsar a las tropas inglesas, pero sin resultado positivo. Los tres intentos se llevaron a cabo en el mismo siglo XVIII: 1705, 1727 y en 1779. La ocasión más propicia fue el Gran Sitio de 1779. Transcurría entonces la guerra de la Independencia de los Estados Unidos de América y Gran Bretaña se hallaba acosada en distinto frentes. Tanto Francia como España apoyaban la independencia de las colonias británicas. Fue en esta coyuntura cuando Carlos III, que regía por aquel entonces la monarquía española, decidió poner sitio a la plaza.

En 1704 se perdió Gibraltar, desde entonces el Peñón ha permanecido estrechamente ligado a la problemática del país, a su desgraciada historia y también a sus desastres.

Como decíamos, el renacer de Algeciras está vinculado con esta espinita que tiene “España” clavada en un costado, de la cual lleva sangrando 311 años ¿Cuántos quedarán aún?
                                                         
                                       Algeciras Junio de 2001
                               
                       Lo publiqué en la revista de feria de "La Peña El Barrio"


                               Juan León Espinosa

Gibraltar. Resumen histórico

Los que somos de esta tierra, de pequeño nos preguntábamos ¿Por qué está este pedazo de roca sobre un llano de arena? En aquel entonces -los años cuarenta-, los profesores y mayores nos hablaban de cómo se formó el Estrecho de Gibraltar, nos decían que el personaje mitológico Hércules llega a estos confines del mundo y de un golpe de su poderosa maza, separa a los dos continentes (Europa y África, es decir, Calpe y Abyla lo que después sería Gibraltar y Ceuta), formándose una depresión en el terreno por la que rápidamente pasó el agua del Océano Atlántico, dando lugar a la formación del Mar Mediterráneo y al Estrecho.

Pero según la Ciencia, esta maravilla de la que disfrutamos los campogibraltareños –porque es un regalo de la Naturaleza-, se formó en la era de la historia geológica “Cenozoica” (época de la vida moderna), que pertenece a la división geológica de “Plioceno”, que comenzó hace 11 millones de años y duro 10 millones de años. En este periodo se rompe la conexión entre Europa y África, dando lugar al Estrecho de Gibraltar.

En la antigüedad se le llamó como al antiguo personaje mitológico, “Estrecho de Hércules”. Este nombre prevalece hasta la invasión árabe en que Calpe pasó a llamarse Gelve Tarig (“Montaña de Tarig), de donde adopta su nombre actual.

La historia de Gibraltar igual que la de algunos pueblos de esta comarca, se remonta a los tiempos de la antigüedad fue considerado como la demarcación simbólica de los confines del mundo conocido. Los griegos la denominación Calpe. Dado su extraordinario valor estratégico, fue fortificado por primera vez por los árabes en 711.

Después de permanecer en poder de los moros hasta el año 1309. Las tropas del rey de Castilla Fernando IV, al mando del célebre Guzmán “El Bueno” sitió a la plaza la cual se rindió. Cayendo nuevamente en poder musulmán en 1333 y finalmente fue recobrado en el año 1462.

Otorgado al duque de Medinasidonia en 1465 –junto a una gran extensión de terrenos de Andalucía la Baja-. Gibraltar fue uno de los enclaves de mayor litigio entre la Corona y el ducado. El Peñón no aparece ligado a la corona hasta el siglo XVI.

Gibraltar se pierde como consecuencia de la llamada Guerra de “Sucesión” (1700-1713). El lunes día 4 de Agosto de 1704 el Almirante Rooke, a través de engaños, se apoderó de Gibraltar.

La Línea de La Concepción. Resumen histórico

La ciudad de La Línea de la Concepción es la población más joven de la Comarca del Campo de Gibraltar. Sus orígenes se remontan a la denominada “Línea de contravalación de la Plaza de Gibraltar”. Dicho de otro modo “Línea de Gibraltar”. Esta fue mandada a construir por el entonces rey de España Felipe V, basándose en un proyecto del director de ingenieros militares George Prosper Verboomentre los años 1730 y 1735 con el fin de defender el istmo y así poder cortar toda la comunicación por tierra con Gibraltar después de los dos primeros intentos de recuperación por la fuerza de las armas. Esta Línea fue demolida por voladura el viernes día 2 de febrero de 1810 por los propios ingleses. Como consecuencia de la llamada guerra de la Independencia, España se alía con Inglaterra en la lucha contra Napoleón. En aquel entonces el Gobernador de Gibraltar, Campbell, realizó ésta maniobra alegando razones defensivas para la plaza debido al inminente acercamiento de las tropas napoleónicas a San Roque, temiendo que pudieran las tropas francesas hacer uso de los fuertes de la Línea contra Gibraltar.
Según D. Francisco, el primer núcleo civil –se supone- comienza a surgir en 1814, tras las ruinas de la “Línea de Gibraltar”. Este asentamiento civil, que en sus comienzos estuvo repleto de chozas (como podemos apreciar en muchos grabados de la época), años más tarde se convertiría en “La Línea”. 56 años después de estos asentamientos, es decir en 1870, los vecinos de esta pequeña aldea solicitaron la segregación del término municipal de San Roque, ya que entonces constaba de 330 vecinos incluyendo al propio alcalde pedáneo. En junio de ese mismo año se formó el primer Ayuntamiento, adoptando, desde entonces, el nombre oficial de La Línea de la Concepción en honor a su patrona.
Por Real Decreto de 3 de julio de 1913, recibe el título de ciudad. La Línea de la Concepción, aunque surge de manera posterior a San Roque, Los Barrios y la nueva Algeciras también, como estas otras poblaciones, está íntimamente ligada a la pérdida de Gibraltar.

San Roque. Resumen historico

El Almirante Rooke conocía el abandono en que se encontraba Gibraltar, pese a las gestiones hechas por su gobernador, D. Diego de Salinas, en Madrid con el fin de organizar convenientemente las defensas del Peñón, ya que éstas carecían de hombres y de medios para hacer frente a cualquier ataque. En definitiva, se hallaba en un estado lamentable. La guarnición destacada entre soldados y paisanos apenas llegaba a los quinientos hombres.
Según D. Francisco María Montero, la artillería de la plaza ascendía a cien cañones. No obstante, la mayoría de ellos carecían de efectividad al estar desmontados y no haber hombres que pudiesen hacer funcionar las piezas. En aquel momento sólo había seis artilleros y dos ayudantes.
La actitud de la población gibraltareña fue un modelo de lealtad a su rey. Desdeñando los ofrecimientos que los vencedores le hacían, se dispusieron a abandonar la ciudad, sus casas y sus propiedades. Con ellos, también se marcharon las sesenta y cinco monjas del convento de Santa Clara que, tras atravesar los bosques de la Almoraima, llegaron a Jimena de la Frontera donde fueron recogidas en el convento (aún existente) de la entonces villa.
La mayor parte del vecindario, con el Ayuntamiento y el Pendón, acampó a una legua de distancia, junto a la Ermita de San Roque, donde pronto empezarían a edificar provisionales refugios, sostenidos por la esperanza de que en breve sería recuperada la plaza. Pero, los acontecimientos posteriores desvanecieron sus ilusiones, convirtiendo en sólida base aquel sitio provisional.
El desarrollo de San Roque tuvo lugar durante los primeros años del siglo XVIII y XIX, es decir desde el 21 de Mayo 1706. La evolución de San Roque siempre estuvo marcada por la fuerte presencia militar ya que desde los comienzos de la recuperación de Gibraltar fue nombrada la “Plana Mayor del Ejército Sitiador”. Durante muchos años San Roque capitalizó todos los resortes de poder jurisdiccional tanto de Los Barrios como de Algeciras.

Tarifa. Resumen histórico




La ciudad de Tarifa está situada en la zona más meridional del continente europeo y a una distancia de 14 kms. de las costas del continente africano. En sus tierras, por donde deambuló también el hombre de neardentahal, han sido hallados restos arqueológicos líticos, todos ellos pertenecientes al periodo musteriense, cuyo artesano es el citado hombre de neardenthal. También en el llamado “abrigo de las Palomas” nos dejaron estos antepasados una representación pictórica de la cabeza de un caballo. En definitiva, Tarifa posee uno de los mayores yacimientos arqueológicos de España.
Tarifa es una de las primeras ciudades del Campo de Gibraltar que entra en la historia. Al igual que Algeciras, su posición geográfica le confiere una gran importancia en el control del Estrecho. En ella se asentaron fenicios, cartagineses y romanos. También estos asentamientos fueron testigos del paso de los vándalos de Genserico, en su camino hacia el norte de África. Tras este pueblo bárbaro, estas tierras se convirtieron en altercados entre visigodos y bizantinos. La presencia de estos dos pueblos está constatada por los hallazgos de numerosos restos arqueológicos encontrados, esencialmente, en Baelo Claudia. Con la irrupción árabe el 28 de Abril del año 711 y la victoria de estos en la llanuras de la Janda o en las cercanías del río Guadalete, en tan sólo cinco años las tropas árabes se habían apoderado de la Península Ibérica.
Muchos historiadores sitúan la fundación de la actual Tarifa con la llegada de los árabes. Pero, según otros estudiosos, todo parece indicar que este hecho no se produjo hasta la construcción del majestuoso castillo, que fue mandado a construir por Abderramán III en el año 960. Después de 332 años de dominación musulmana , el domingo día 21 de Septiembre de 1292 (festividad de San Mateo), el rey Sancho IV “El Bravo” se apoderó de Tarifa y nombró gobernador de esta plaza a D. Alfonso Pérez de Guzmán, plaza que fue sitiada por el rey de Marruecos que fue auxiliado por el infante D. Juan. Este se apoderó de un hijo de Guzmán, amenazándolo con quitarle la vida a su hijo si no rendía la plaza. Lejos de ello, Guzmán, hombre de gran lealtad, arrojó su puñal desde la muralla pronunciando estas célebres palabras: “antes querré que me matéis ese hijo que daros esta villa que tengo por el rey”. Entonces, vio cómo degollaban a su hijo, pero los musulmanes y cristianos traidores se vieron obligados a levantar el sitio. Gracias a este hecho acaecido Tarifa es históricamente la ciudad más conocida del Campo de Gibraltar.

Castellar de la Frontera. Resumen histórico



El pueblo viejo de Castellar de la Frontera se halla situado en la cima de una colina. El Diccionario Geográfico, Histórico y Estadístico de España, realizado por D. Pascual de Madoz, nos dice lo siguiente sobre la villa-fortaleza de Castellar: “la fortaleza está enclavada sobre un monte de piedra arenisca dura, con libre ventilación y clima saludable. Está cercada de fuertes murallas, fuera de las cuales no se puede dar un paso que no sea un despeñadero, excepto alguna vereda difícil. Desde allí se descubre Gibraltar, el Estrecho, Ceuta y gran parte del Mediterráneo. Tiene setenta casas, un Ayuntamiento, cárcel y un castillo del marqués de Moscoso; escuela a la que concurren 18 niños, iglesia parroquial del Salvador, iglesia del suprimido convento de Mercedarias Descalzas, titulada del Santo Cristo de la Almoraima.
Comprende este municipio una venta llamada del Agua del Quejigo, el cortijo del molino del Aceite, los Espadañales alto y bajo y el Majazambús”. Madoz visitó Castellar en 1847.
Castellar aunque también fue apreciado por los pueblos de la antigüedad, parece ser que su existencia como población no está documentada hasta la invasión árabe que la denominaron Al-Qasr.
En los siglos XIII y XIV se sucedieron varios intentos por parte de las tropas castellanas de reconquistar Castellar, entrando en tres ocasiones a formar parte de Castilla entre los años 1255, 1434 y 1450 y volviendo a caer otras tantas veces en poder musulmán. La Reconquista de Granada por parte de los Reyes Católicos en 1492 viene a marcar definitivamente la integración de Castellar en la monarquía castellana. Este hecho aconteció el día 2 de enero de dicho año.
Como consecuencia del problema colonial de Gibraltar, el 28 de octubre de 1965 se hizo público el Decreto sobre la aplicación de un programa de medidas para el desarrollo económico-social del Campo de Gibraltar. Entre los puntos más importantes de este Decreto está el octavo que refleja la “aceleración del programa de viviendas”.
El 11 de Mayo de 1967 se publica un decreto del Ministerio de Agricultura por el que “se aprueba el Plan General de Colonización de la zona regable del Guadarranque y la resolución del Instituto Nacional de Colonización por la que señala fecha de nuevo levantamiento del acta previa de ocupación de los terrenos necesarios para el emplazamiento del nuevo pueblo de Castellar de la Frontera en la zona del Guadarranque”. Estos terrenos fueron expropiados a la Casa de Medinaceli, últimos señoritos de la villa. La nueva población de Castellar fue inaugurada el 26 de Julio de 1971, siendo en este año el Castellar viejo abandonado por sus queridos vecinos.

Los Barrios. Resumen histórico

Aunque en su término municipal hubo algunos asentamientos prehistóricos, la población de Los Barrios, igual que la de San Roque, Algeciras y La Línea de la Concepción nace como pueblo durante la pérdida de Gibraltar en el año 1704.
Con el advenimiento de los nuevos invasores al Peñón, muchos de los vecinos fueron a refugiarse en un pequeño núcleo de pescadores, aún existente en la margen izquierda del río Palmones, del que esta pequeña población toma su nombre. Otros se agruparon en los alrededores del oratorio de San Isidro, que se encontraba en los terrenos del cortijo “Tinoco”, que en aquel entonces era propiedad de Juan de Ariño, canónigo de la Catedral de Cádiz. Con el ofrecimiento de este bienhechor, los infortunados gibraltareños comenzaron a construir sus primeras casas. De ello ha llegado a formarse el actual pueblo de Los Barrios.
Como dijimos anteriormente, en el término municipal de Los Barrios son numerosos los restos arqueológicos encontrados. Estos denotan la presencia antiquísima del hombre por estas tierras.
Llegado el año 1756 fue reconocido como municipio. Este reconocimiento se produjo un año después que el de Algeciras. También durante este año se procedió al reparto de tierras de los tres municipios Algeciras, San Roque y Los Barrios. A Algeciras se le asignó el más pequeño. Aquel primitivo oratorio, con el transcurso de los años, se convirtió también en una majestuosa iglesia parroquial que está bajo la advocación de San Isidro.

Jimena de la Frontera. Resumen histórico

El término municipal de Jimena de la Frontera está situado en la parte noroeste de la provincia de Cádiz limitando por el norte y por el este con la provincia de Málaga. De los siete municipios que constituyen el Campo de Gibraltar está íntimamente ligada al fenómeno de los primeros poblamientos europeos. Es por ello por lo que debe considerarse como el punto por el que se efectuó la entrada de los primeros homínidos de Europa.
El descubrimiento en Jimena de las pinturas rupestres del abrigo de la “Laja Alta” es atribuido a Salvador Corbacho Rey. Gracias al interés de este jimenato, estas pinturas han sido difundidas por toda Europa.
El primer asentamiento del que tenemos noticia en Jimena es antiquísimo. Este se remonta a una población libio-fenice que, según Tito Livio, define a los habitantes de esta zona como una mezcla de fenicios y africanos. El nombre de Jimena (fenicio y romano) proviene de “Oba”. Parece ser que los romanos respetaron el nombre de algunos de los pueblos conquistados, como es el caso de “Oba”.
Respecto a la etapa de dominación árabe, en una de las campañas que Musa (gobernador árabe del norte de África) realizó contra Medina Sidonia la pequeña población de Jimena pasó a poder musulmán. Según algunos historiadores, Jimena tuvo una gran importancia comercial entre los musulmanes hacia la mitad del siglo VIII. Estos hicieron de ella también una fortaleza militar.
Según la Crónica de D. Juan II, el dominio musulmán finalizó, aunque no definitivamente, el 11 de marzo de 1431, cuando el mariscal de Castilla, Pedro García de Herrera, escaló la fortaleza sorprendiendo así a la población musulmana que entonces habitaba en Jimena”.

Algeciras. Resumen histórico

Algeciras 4


En la bahía de Algeciras se encuentra la ciudad de su mismo nombre. Pocas gentes podrían imaginarse al contemplar su puerto con su enorme trajín de pasajeros, con la modernidad de sus buques, con el trasiego de las mercancías etc., que durante trescientos treinta y cinco años permaneció dormida. Pero, esta historia es reciente. Donde hoy se levanta la ciudad de la bella bahía y su término, que cuenta con más de ciento veinte mil habitantes, en tiempos remotos, hubo asentamientos primitivos del hombre llamado Neandertal, prueba de ello son los abundantes hallazgos del Paleolítico. Ya en época histórica nos visitaron los fenicios que ocupaban Fenicia cuando los israelitas estaban en Egipto. Estos eran hombres de carácter resuelto y tenían dos aficiones: el comercio y la navegación. En barcos construidos con madera de cedro recorrían el Mediterráneo. Primero lo hicieron como piratas, después como mercaderes. De nuestra tierra sacaban abundante plata y otros metales. Compraban perfumes en Arabia, colmillos de marfil y plumas de aves en África, piedras preciosas en la India, tapices y azulejos en Asiria y Babilonia y cereales en Egipto.
Los fenicios, a quienes el comercio proporcionaba grandes ganancias, era un pueblo civilizado y fabricaban unas telas lujosísimas que teñían de púrpura, color rojo que sacaban de unos mariscos que cogían en las costas de Grecia.
Posteriormente aparecen los cartagineses. Estos procedían de Cartago, colonia fundada por los fenicios que se encontraba en la costa africana, cerca de la actual Túnez.
Años después vinieron los romanos. Roma era una antigua colonia etrusca que, a lo largo de doscientos años, había conseguido unificar el centro y el sur de Italia. Roma era, sobre todo, una potencia terrestre. Estas dos potencias enfrentadas por la hegemonía protagonizaron la primera Guerra Púnica, cuyo origen estuvo en el asalto por parte de Roma a la isla de Sicilia, entonces dominada por los cartagineses. En el Itinerario Antonino, realizado este en esta época, entre las distintas ciudades que en él se cita, aparece la Algeciras romana denominada como “Portus Albus”, la cual se cree debió estar situada, en la zona donde se halla la Villa Vieja.
Los mahometanos se establecieron en Egipto en el año 636, en que conquistaron las tropas de Omar. Desde allí pasaron a Argelia y a Marruecos y decidieron extender sus conquistas a la Península Ibérica, cosa que hicieron en la primavera del año 711. En tan sólo cinco años (711-716), las huestes del Islám se habían apoderado de la Península. En una rápida y sucesiva capitulación de ciudades y comarcas ante los ejércitos musulmanes, el estado hispanovisigodo prácticamente se deshizo. Según cuenta la leyenda, “Tarik hizo prisionera en Algeciras a una anciana, la cual le dijo –en su lengua- que su marido que era adivino había predicho que entraría en aquella tierra y se apoderaría de ella un Emir, que describió diciendo que tendría la cabeza voluminosa, -“como tú la tienes”- dijo, y un lunar en el homoplato izquierdo con un cabello. “Si tú lo tienes -añadió la anciana- ese es el signo marcado y tú eres el elegido”. Tarik separó su vestido y tenía, en efecto, un lunar en el homoplato, con lo cual se alegraron él y sus gentes”.

Mi nuevo correo: leonespinosajuan@yahoo.es

Mi foto
ALGECIRAS, CADIZ, Spain
Nacido en Jimena de la Frontera (Cádiz) en 1940. Desde primero de Marzo de 1957 al 11 de Noviembre de 1958 hice el servicio militar con la quinta de 1956, es decir, 5 años antes de mi llamada a filas, lo hice como voluntario en el Regimiento de Artillería A. A. Nº 71 en Campamento de Carabanchel (Madrid). En la primavera de 1958 hasta noviembre de este mismo año, participé como jefe de ametralladora antiaérea en la vigilancia del campo de aviación del Aaiún (A. O. E.). En este periodo de tiempo se trasladaron mis padres a una nueva vivienda en Algeciras, donde después de más de medio siglo seguimos los que vamos sobreviviendo. catariloba@hotmail.com